Used se ubica en la cuenca endorreica de Gallocanta, en vecindad con la Sierra de Santa Cruz que se levanta a sus espaldas. Grandes rebollares y encinares se aprietan en este rincón de la Ibérica zaragozana como muestra relicta de las grandes extensiones que se asentaron también en las llanuras, ahora cerealistas.

La Sierra de Santa Cruz, perteneciente a la Rama Occidental de la Ibérica, es una vieja estructura paleozoica con predominancia de cuarcitas y pizarras muy fragmentadas.

Todos los regatos y arroyuelos que descienden de sus laderas terminan muriendo, antes o después, en la laguna de Zaida, un complejo lacustre único en España, regulado artificialmente por «la Parada», una presa con la que los usedanos gestionan desde el siglo XVI la inundación o desecación de este paraje en años alternos.

El Berrocal o la Almenara Alta, situado a más de 1430 metros sobre el nivel del mar, es el punto culminante no solo de Used sino de todo el Campo de Daroca. Pocos lo saben, pero ahí está, y hasta ella ascenderemos para recibir una lección de cómo interpretar el paisaje.

Pero antes recorreremos tierras de labor rojísimas, de sustrato arcilloso, que remontan dulcemente las primeras estribaciones de la sierra, antes de que esta muestre su caparazón paleozoico vetado al aprovechamiento agrícola.

Muretes vetustos, sabiamente izados, delimitan antiguas parcelas que debieron acoger edificios auxiliares destinados a explotaciones ganaderas en extensivo. Se atisban pequeños cerraus, cerrados o cerradas, escuetas fincas circundadas por muros de piedra seca para aprovechamiento mixto.

En el Embalse de las Fuentecillas o de la Almenara se acopian las aguas de la sierra, este año abundantes. En estas tierras se sigue viviendo de las rentas de un invierno espléndido. Por mínimos barranquillos se deslizan hebrillas cristalinas de aguas que brotan de la misma tierra.

Desde este lugar, hoy un pantanillo, partía la continuación del Camino de Used a Orcajo por el Arroyo de Valdemolinos, que alcanzaba su cénit en el Collado del Puerto y declinaba prácticamente en línea recta hasta la localidad de Orcajo.

Quién diría hoy que por aquí progresaba un camino histórico que unía las cuencas de Gallocanta y del Jiloca a través de un paso de montaña.

Punto rojo: camino real hacia el Puerto de Used
Fuente: Fototeca Digital IGN, 2 de agosto de 1956

En la conocida como Umbría del Castillo se observan bien los pisos forestales de este recuenco forestal orientado al sol de la tarde. Acabamos de superar el escalón de los carrascales, tanto más mermados cuanto más cerca de Used. Ahora, se despliegan ante nosotros tapices ocres de robles rebollos (Quercus faginea). Más arriba, los marojos (Quercus pyrenaica), los robles más necesitados de humedad, se mezclan en menor número con sus parientes más adaptados a la desecación ambiental.

Toda esta foresta es humedecida por las aguas engañosas de un arroyuelo, el de la Almenara, que se interna en las innumerables fracturas del terreno y cuya presencia acuática se diluye o se manifiesta espontáneamente.
Se llega al Collado de la Fonseca, el de previsible menor importancia histórica para los usedanos, habida cuenta de que de él solo partía un sendero pedestre de montaña que conectaba con el antes mencionado camino de Orcajo.

Desde este altozano, hemos de buscar por un camino de jarales la cima de la Almenara Alta o el Berrocal, atravesando previamente el puntón de la Almenara Pequeña, que queda algo orillado de la senda.

Desde el techo del Campo de Daroca, se disfruta de un panorama difícil de olvidar, al encontrarnos en el cielo de la divisoria de aguas entre el complejo endorreico de aguas estranguladas de Gallocanta y la cuenca de aguas libres del río Jiloca.

Nos encontramos en el vértice de separación de dos mundos: uno al norte, cuya escabrosidad solo se debilita en las fértiles llanadas de la vega del Jiloca; otro al sur, un altiplano cerrado, feraz, empapado por las aguas de numerosos manantiales y navajos.


La toponimia del Berrocal, coincidente con la del cercano pueblo de Berrueco, alude a la presencia de pedregales y peñascos de naturaleza caótica. Un poco más abajo de la cima, de camino al Collado de las Tamarillas, partía la senda pedestre del Berrocal, que también tenía como destino el pueblo de Orcajo.

En este preciso collado está atestiguada la presencia de un poblado del Bronce, que pervivió hasta época prerromana.

Se acomodaba en tres terrazas orientadas al mediodía desde donde se controlaba visualmente los caminos más importantes que vertebraban la llanura. Su inverosímil altura y coronada localización constituían su mejor y más lógica defensa.

Nos toca ahora atravesar la cuerda oriental de esta sierra, en un constante sube y baja, entre mínimos collados y panorámicas cada vez más amplias de la Sierra de Valdelacasa y el complejo lagunar de Gallocanta.

Antes de bajar a Used, conviene encaramarse hasta el prominente Cerro del Castillo, del cual no parece haber estudios o prospecciones. Tan solo se manifiestan una serie de mampuestos irregulares que pudieran haber pertenecido a alguna estructura en altura y una fuente o aljibe excavado en la roca.

Escasos restos, poco o nada apreciables, pero indudablemente ocupamos una posición absolutamente estratégica.

No hay nada de la llanura de Gallocanta, desde Cubel hasta Bello, que escape al campo de visión de este espolón. Por supuesto, en una hipotética funcionalidad medieval, el control de la raya con Castilla es preciso y milimétrico.



Fuente: Fototeca Digital IGN, 2 de agosto de 1956
Used, ahí abajo, espera pacientemente en el llano. Lo primero que destaca es su profusión de casas solariegas. A la entrada por el antiguo camino de Gallocanta, en la plaza de la Iglesia, en la plaza de la Obra… ¿A qué se debe tal despliegue de privilegios?

Sencillamente, a que fue Primer Lugar de Aragón en el Camino Real de Madrid a Barcelona por Zaragoza, lo que se traducía en un hervidero de gentes, viajeros ilustres y comitivas reales. Todo el que, mejor o peor pertrechado, arribara desde tierras castellanas a Aragón, debía pasar inevitablemente por Used.


Los siglos XVI y XVII fueron de extraordinario dinamismo en esta tierra. De esta época datan la iglesia de San Pedro y San Pablo con su galería de arcos desde donde se esconjuraban tormentas, la fuente vieja, la ermita del Rosario que sigue patrones tardorrománicos —hoy empleada como almacén—, la Posada del Camino Real y la práctica totalidad de las casas infanzonas.

El ocaso llegó con el «Decreto de abolición de los fueros de Aragón y Valencia» implantado por el Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, que aniquiló los fueros y costumbres de estas regiones históricas asimilándolas a las leyes de Castilla.

Bajo su reinado, Calatayud y el valle del Jalón adquirieron mayor preponderancia en detrimento de Daroca y el pasillo del Jiloca.

Si en el siglo XVIII el Camino Real de Used experimentó un lento pero inexorable declinar, el XIX fue la confirmación de la tendencia iniciada un siglo antes.

En el entretanto, y merece capítulo aparte, se levantó uno de los palacios más fascinantes y al tiempo más denostados del barroco aragonés. Su condición de inacabado lo relegó al ostracismo. El hecho de haber sido destinado a vivienda a mediados del XIX tampoco ayudó a su conservación original.

Su autoría, que ha dado lugar a confabulaciones entre los propios usedanos, y su datación se ignoran. Se le supone levantado en el efervescente siglo XVII, aunque el fraile Pedro José de Parras ya anota el abandono de las obras en su diario de viaje en 1749.
Su planta cuadrangular única, su imponente decoración geométrica, sus grandes bloques sillares perfectamente escuadrados, procedentes de la cercana cantera de Zaida, y sus proporciones áureas hablan de un trabajo bien rematado, minucioso y pensado para deslumbrar.

El periplo de Used asombra por su densidad. Desde los primeros pobladores hasta los hoy residentes, todos han sabido sacar partido de una tierra fértil, mimada y atesorada, a pesar de la manifiesta miopía institucional. Sigue ostentando la capitalidad histórica de la subcomarca del Campo de Used, por habitantes y servicios, por ganas y derechos.
Las historias en estos pliegues del mapa importan y bullen, y su divulgación no es tanto merecida como necesaria, para combatir la rémora de una sociedad aculturizada, acrítica y con las raíces atrofiadas.
Ruta completada:
Fuentes consultadas:
Sánchez Sánchez, Alberto (2013). García Mercadal y la obra inconclusa de Used, “Primer Lugar de Aragón” en el Camino Real de Madrid, en su contexto histórico. Revista Xiloca 41: Calamocha.
Muñoz Bello, Ángel (1991). Yacimientos arqueológicos y otros lugares de interés del Campo de Bello (II). Revista Xiloca 7: Calamocha.
Vídeo de migración de grullas grabado en la laguna de Zaida:
Un comentario sobre “Used, territorio pionero de frontera”