Somos

Este blog camina despacio, se detiene a contemplar, analiza lo que ve y reanuda la marcha. No calculamos los minutos que tardamos en recorrer un kilómetro, no nos importa llegar una hora más tarde. Para nosotros no es relevante. La montaña escapa a toda medida y nos gusta saborearla sin prisa. Somos de los que llegan con las últimas luces de la tarde, cansados pero felices, después de haber apurado la jornada. No tiene ningún sentido para nosotros trasladar la urgencia de nuestra sociedad a la montaña. Preferimos fundirnos con el paisaje, no hacer demasiado ruido, ser meros espectadores.

«Caminar por caminar» es el proyecto común de una pareja nacida cerca del mar Mediterráneo, acostumbrada a sentir la brisa salada del mar y criada bajo el calor de un sol casi perenne. Aragón es nuestra casa desde febrero de 2013. Nos sentimos muy afortunados de vivir en esta tierra de contrastes. Nuestro objetivo es conocer y dar a conocer su enorme patrimonio natural —sin renunciar a otros paisajes fuera de Aragón—. Creemos que la única forma de respetar y estimar un territorio es a través de su conocimiento.

Este blog es una idea de:

Rai Rizo

Mi día a día consiste en traducir y aprender. ¿Qué es lo que me llena? Observar un bosque en estado virgen, admirar el modesto curso de un barranco que no sale en las mapas, recorrer sendas solitarias, sentir cómo el corazón se me encabrita cuando subo una montaña, mojarme los pies en las aguas del deshielo de abril, emocionarme al visitar un pueblo deshabitado, fotografiar la yema de un haya en pleno mes de mayo, reverdecer ante la explosión de vida primaveral, apreciar la belleza fugaz del otoño, tocar y sentir la fuerza de las piedras de templos milenarios, contemplar en silencio el vuelo de un buitre, abrir bien los ojos ante un paisaje nuevo, saber que formamos parte de la naturaleza.

Nathalie Fernández

Con la mente siempre puesta en las montañas, en mi día a día intento poner orden y sentido a las palabras de otros. Traductora científica de profesión, me gusta caminar despacio, siendo consciente que cada paso es igual de importante que el anterior para llegar a la cima. Y es que, en esta vida moderna, tendemos a querer vivir demasiado deprisa, sin darnos cuenta de que lo importante, precisamente, es disfrutar del camino que se abre ante nosotros. En mis ratos libres, imagino nuevos proyectos y lugares que visitar, cocino para los que quiero y me rodeo de animales, a los que adoro.

 

7 comentarios sobre “Somos

  1. Hola Rai,
    Precioso blog, con bonitos textos y acompañados además de acertadas fotografías. Un gusto leerte. Por cierto, si no me equivoco estabas el otro día en el Belén de Erata (no estoy seguro). Precisamente allí nos conocimos en persona algunos montañeros/as que hasta entonces éramos «amigos virtuales». Espero que en la próxima ocasión podamos conocernos en persona!
    Salud y montaña!

    1. ¿Estuviste en la Erata, David? ¡Será posible que no nos conociéramos! Por allí estuvimos, sí, disfrutando del pedazo de día que nos hizo y de la Bal Menuta. Ya habrá otra ocasión, eso seguro.
      Agradezco mucho tus palabras.
      ¡Salud y cuanta más montaña, mejor!

  2. Acabo de descubrir vuestro blog gracias a mi hermano, enamorado de estas tierras.
    Soy descendiente de Beratón hasta la noche de los tiempos pero nací y crecí en Tarazona, ósea rayana hasta la médula.

    Moncayo es mi cordón umbilical.

    Pero ha sido hoy, con la lectura de vuestro artículo cuando se ha conformado y conceptualizado, encajando como un mecano esta condición.

    Hasta ahora se traducía en una vida entera disfrutando de esa belleza tan especifica, escondida y concreta; paisajes, padros, riachuelos helados, frío helador en agosto, emociones, excursiones, recuerdos y celebraciones familiares, fiestas patronales, historias de antepasados, referencias constantes al ganado, a los pastos, a la trasumancia y la
    vida de los abuelos pastores pero ha sido hoy al leer vuestro magnífico y documentado artículo cuando ha encajado todo al conceptualizarlo: no sólo la parte geofísica ( no era consciente de la importancia hídrica, del nacimiento de tanto río o de los dos bloques ) sino la de identidad: soy rayana.
    Y me he sentido muy afortunada.

    1. Hola, Ruth:

      Qué emocionante lo que cuentas.

      Aunque no lo digas, supongo que la entrada a la que te refieres es la de «Beratón, caminos de agua». Me emociona mucho poder despertar esas sensaciones en las gentes de allí, que consideran al Moncayo un familiar más, como tú.

      Gracias, de verdad, por dejar tu comentario.

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