Convento y minas de Alpartir, el otro legado de la montaña
Alpartir es singularísima. La atraviesa un río que nace en los altos de un bosque de robles albares, tan escasos en la provincia. En sus montes de rocas viejas y angulosas germina un raro narciso albar, un endemismo ibero-marroquí que alcanza en esta localidad su límite de distribución septentrional en la península.