Liso, semilla de Fuencalderas
Fuencalderas fue y sigue siendo territorio de frontera. Su término, hoy incluido en el de Biel, linda por el norte y el este con las localidades de la Hoya de Huesca de Villalangua y de San Felices, barrio de Agüero.
Fuencalderas fue y sigue siendo territorio de frontera. Su término, hoy incluido en el de Biel, linda por el norte y el este con las localidades de la Hoya de Huesca de Villalangua y de San Felices, barrio de Agüero.
Cuesta trabajo olvidar esta tierra. Son caminos que te atan al suelo, provistos de una fuerza irracional, profunda y atávica. Es el límite de un mundo exhausto. Donde la belleza y la crudeza fundan una entelequia inexplicable.
Los discursos tejen líneas de pensamiento y una vez zurcidas son difíciles de destejer. La pena, el desarraigo y la impotencia empañan la retórica que apunta hacia la ruralidad. Entre tanto lamento nos olvidamos de que no es mundo estanco y que sigue albergando gente con sueños, ilusiones y problemas por resolver.
El hayedo del Peiró es un imán de enorme fuerza. Una verdadera joya natural a las puertas de la capital del Alto Aragón. Lo conocimos hace unos años en plena primavera, con la savia encendida y la clorofila tiñendo de verde intenso las luces del bosque.
La Peña Gratal es el emblema del muro occidental del Prepirineo oscense. Al otro lado, mirando hacia oriente, el Tozal de Guara inunda el paisaje con su inconfundible silueta de gigante dormido.